Muy simple también, un bote de pimientos del piquillo y una latita de anchoas. Unas anchoas decentes, no esas llenas de barbas y ultra-saladas que nos cuelan en esas latitas baratas...si no, nos encontraremos "pelillos de anchoa" en el paté y es muy desagradable. Incluso en unas de buena calidad, yo le quito esas molestas barbas.
INGREDIENTES:
1 bote de pimientos del piquillo
1 lata de anchoas e buena calidad
Aceite de oliva virgen extra
Para acompañar: una buen a rebanada de pan de pueblo y unas sardinillas de lata.
RECETA:
Pues nada, lo dicho, en nuestro mejor amigo, el robot de cocina, o batidora, o lo que tengamos, ponemos los piquillos (quitarles las semillas, si las tienen) y las anchoas. Batimos y vamos añadiendo poco a poco aceite de oliva virgen extra, no mucho, nuestra medida favorita, un chorrito. No doy medidas porque en esto el gusto de cada uno interviene mucho. Lo mejor es ir probando poco a poco.
Por supuesto...nada de sal, con las anchoas ya va bien.
Lo untamos en una buena rebanada tostada de pan de pueblo y las acompañamos con unas sardinillas en aceite. De esas que se pueden tomar de un bocado sin temor a las espinas. Yo uso unas de la marca Usisa, de Isla Cristina, que están buenísimas.
Y ya está, pescado azul y verduras en una tosta que a primera vista podría parecer la campeona del colesterol porque el paté parece sobrasada, y sin embargo es de lo más sana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario